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martes, 21 de junio de 2016

Eiji Yoshikawa

Cuando se trata sobre la redacción de los Dojo Kun de Sosai Oyama, se suele hacer referencia a la relación que se establece, en torno a la década de 1950, del fundador de Kyokushin con el escritor japonés Eiji Yoshikawa (1892-1962).
Taiko, Fiji Yoshikawa
            Puede ser interesante que conozcamos un poco más de este autor, pues en sus novelas se localizan ejemplos de una filosofía que orienta el Budo Karate del que hablaba Masutatsu Oyama.

            La producción literaria de Eiji Yoshikawa se centra en la novela histórica. Su primer éxito, en 1921, es Shinran, sobre el fundador del Jôdo Shinshû, o Budismo de la Tierra Pura.

            Aunque contemporáneo, Eiji Yoshikawa, por esa voluntad de acercarse a la historia japonesa, bien puede ser visto desde los paradigmas literarios clásicos, evidentes sobre todo en la modernización que realiza sobre el Heike Monogatari.

Portada de El Cantar de Heike            Su producción alcanza un momento álgido a partir de 1935 cuando comienza la publicación de una extensa novela por entregas, Musashi, sobre el célebre samurái, Miyamoto Musashi, autor del tratado de esgrima Libro de los cinco anillos (siglo XVII).

En 1950, realiza el autor su versión al japonés moderno de la obra clásica Heike Monogatari (siglo XII) en la cual se relata el enfrentamiento de los Taira y los Minamoto; se trata de un texto épico japonés, equivalente a los que podemos encontrar en toda cultura (el Mahabaratha o el Ramayana indios, El libro de los Reyes de Firdusi, la Iliada y la Odisea de Homero en Grecia, el Cantar de Mío Cid en Castilla, la Chanson de Roland en Francia o el Cantar de los Nibelungos en alemán), pues el origen de toda civilización narra su génesis en relatos épicos.


            La última novela de Eiji Yoshikawa, que sería publicada póstuma en 1967, es Taiko. En ella se trata de una época crucial en la historia japonesa; el periodo final de la era Sengoku (1467-1615) durante el cual se produjo una guerra civil prácticamente continua entre estados combatientes dirigidos por diferentes clanes. En Taiko se relata el enfrentamiento entre los tres caudillos principales: Oda Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi y Ieyasu Tokugawa el cual, tras las victorias de Sekigahara (1600) y de Osaka (1615) acabaría haciéndose el dueño absoluto de las islas del Sol Naciente, estableciendo una dinastía de gobernadores y un férreo control militar de la nación que perduraría hasta el siglo XIX.

            Actualmente, en español, podemos leer tres obras de Eiji Yoshikawa: Musashi, Taiko y Heike que ha comenzado a ser publicada por la Editorial Satori, especializada en literatura japonesa.

Un fragmento de Musashi I. Libro del aire. Aquí, el monje Takuan (otro nombre que debería ser una referencia obligada para todo practicante de las Artes Marciales) le dice a un Takezô (futuro Miyamoto Musashi) que está a punto de dar un giro radical a su vida:
“Naciste con fuerza y valor físicos, pero te falta conocimiento y sabiduría. Si bien lograste dominar algunos de los aspectos más desafortunados del camino del samurái, no hiciste el menor esfuerzo por adquirir sabiduría ni virtud. La gente habla de combinar el camino del aprendizaje con el camino del samurái, pero cuando están adecuadamente combinados no son dos sino uno solo. Hay un único camino”.
Musashi

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