El origen del Karate
Kyokushin
Sosai Oyama |
Masutatsu Oyama
nació el 12 de julio de 1923 en la Corea que había sido anexionada al imperio
japonés (desde 1910 hasta 1945). Todavía niño fue enviado con su hermana a
Manchuria (también territorio japonés desde septiembre de 1931). Allí, con
nueve años, comenzó a practicar Kempo
Shaku Riki (estilo de boxeo chino de las dieciocho técnicas) con el maestro
Yi, trabajador en la granja de su hermana. A los doce años regresó a Corea y
siguió su formación marcial en Taiken
(o Chabi, una combinación de kempo y
jiujitsu).
En marzo de 1938, Masutatsu Oyama
llega a Japón, alistado en la Escuela de Aviación del Ejército Imperial en
Yamanashi. Es en esta época cuando cambia su nombre de nacimiento (Choi Young
Eui) por el japonés con el que es conocido.
Entró en contacto con el karate que,
a partir de 1922, había comenzado a difundirse desde Okinawa gracias a la labor
del maestro Gichin Funakoshi (1868-1957). Masutatsu Oyama empezó a entrenar
este estilo, Karate Shotokan, en el Dojo
de la Universidad de Takushoku. A los diecisiete años ya había obtenido el
segundo dan y a lo veinte poseía el cuarto. A la vez, por este tiempo, también
dedicó sus esfuerzos al estudio del judo. Durante dos años siguió las prácticas
marciales de la Escuela Butokukai (Dai Nihon Butokukai, establecida en 1895, se
prolongó hasta que fue prohibida por el ejército de ocupación estadounidense en
1945).
Terminada la guerra, Masutatsu Oyama
continuó su entrenamiento con el maestro So Nei Chu, de origen coreano, que era
conocido por su gran fuerza física y espiritual, discípulo directo y sucesor
del fundador de la escuela de karate Goju Ryu, el maestro Chojun Miyagi. Fue So
Nei Chu quien sugirió a Oyama que se retirase a la montaña de Minobu para
seguir el camino del sugyosha (el que
busca el conocimiento marcial). Así lo hizo. Masutatsu Oyama permaneció durante
catorce meses aislado, en un principio acompañado por otro estudiante que se
retiró, incapaz de resistir la dureza del entrenamiento.
No le fue posible prolongar su
aislamiento tanto tiempo como hubiese deseado. Así, en 1947, Masutatsu Oyama se
presentó al Encuentro Nacional de Artes Marciales en Kyoto y quedó campeón en
Karate. No estaba satisfecho, sin embargo, con su progreso. En un principio
había pensado que su formación en la montaña se alargase durante tres años; por
ello, cuando surgió la oportunidad volvió a recluirse en Kiyozumi. Allí siguió
una férrea disciplina que incluía meditaciones en las cascadas de agua helada (Misogi, un antiguo ritual sintoísta) y
prácticas de más de doce horas. Aquella experiencia, evidentemente, trascendía
lo físico. Así permaneció durante dieciocho meses.
Alrededor de 1950, Masutatsu Oyama
comenzó a mostrar su destreza y fuerza
combatiendo con toros que iban a ser sacrificados en el matadero. En los
años siguientes presentó su estilo de karate, denominado Oyama Ryu Karate
Jitsu, en diversas exhibiciones que lo llevarían hasta Estados Unidos. Combates
continuos en los que resultaba vencedor por la aplicación casi exclusivamente
de la técnica de puño, siguiendo la práctica tradicional del Ichi geki hissatsu –un golpe, una vida-.
Sosai Oyama abrió
su primer dojo en Tokio en 1953. Pese a la severidad de su entrenamiento –pues
se combatía a contacto pleno, jissen
kumite-, en 1957 ya practicaban en su escuela unos setecientos estudiantes.
En 1958 publica su primer libro ¿Qué es
el karate? que fue un gran éxito de ventas. Su estilo estaba marcado por
una evolución continua, buscando la máxima eficacia en el combate real. El
primer dojo de este estilo fuera de Japón comenzó su trayectoria en 1957 en
Hawaii, bajo la responsabilidad de Bobby Lowe.
La historia oficial
del Karate Kyokushinkai comienza en junio de 1964 con la apertura de la primera
sede de carácter internacional.
Sosai Oyama falleció el 26 de abril
de 1994 dejando un importante legado, fundamental para el desarrollo de las
artes marciales.
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